Muchas veces somos tan impacientes y no le damos la importancia a lo que realmente es importante, aveces solo nos estresamos y no vemos, el esfuerzo, la dedicación, que hacen para deslumbrarnos, para estar así de hermosas para nosotros...
Pensé en quejarme, ya estaba cansado de esperar. Pero entonces recordé nuestras primeras citas, ella hermosa, cada detalle pensado, el maquillaje en los ojos, el lápiz labial, el pelo y ese olor delicioso. Verla era increíble, de esa manera, no me dejaba pensar en cómo se trabaja así, para ser tan hermosa.
Cuántas veces lo hizo por mí, cuántas horas, se pasó dedicando para poder escuchar un simple: "estás hermosa" y cuántas veces, no creo haber dado la debida importancia a tanto esfuerzo.
Me quedé mirando que se arreglara, me preguntaba cuántas veces lo hizo sola y se preparó para encontrarme, lo hizo por mí.
Pensé en quejarme, pero en lugar de eso preferí decir: "eres tan preciosa y perfecta", no sé cómo logras ponerte aún más hermosa. Cariño, vas a ser la mujer más hermosa allí, todo el mundo estará celoso de mí... así que quiero ir de la mano contigo...
Se sorprendió. Nunca había dicho eso. Creo que nunca me había percatado del trabajo que se da a prepararse de la mejor manera para estar hermosa junto a alguien que amas.
Llegaríamos tarde... pero ¿sabes qué? ¡Qué importaba! He esperado tanto tiempo por ella, no me importa esperar unos minutos más para sostener la mano de la mujer más hermosa del mundo.
Así de la mano y con la cara en alto irradiaba Felicidad, esa felicidad de lograr enamorar me un poco más por eso cada día me deslumbran con su belleza y su armonía..
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